En la localidad de Biar, en la provincia de Alicante, se encuentra la Heretat de Soler, una impresionante finca que se ha convertido en uno de los lugares más visitados de la zona. Rodeada de naturaleza y con una historia fascinante, esta heredad es una parada obligatoria para todos aquellos que buscan conocer más sobre la cultura y la tradición de esta región de España.
Un poco de historia
La Heretat de Soler fue fundada en el siglo XVIII por la familia Soler, una de las familias más importantes de la zona en aquel entonces. Durante siglos, esta finca fue utilizada para la producción de aceite y vino, y también como residencia de verano para la familia. Sin embargo, en la década de 1970, la finca fue abandonada y cayó en un estado de deterioro.
En el año 2000, la Heretat de Soler fue adquirida por la familia Domínguez, quienes se propusieron restaurarla y devolverle su antiguo esplendor. Tras años de arduo trabajo, la finca fue reabierta al público en 2010 y desde entonces se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de Biar.
Qué ver en la Heretat de Soler
La finca cuenta con una extensión de más de 300 hectáreas y en ella se pueden encontrar diferentes edificios y espacios que representan la historia y la tradición de la zona. Entre ellos destacan la casa principal, una impresionante construcción de estilo barroco, y la bodega, donde se elaboran los vinos que llevan el nombre de la heredad.
Además, en la Heretat de Soler también se pueden encontrar diferentes actividades para disfrutar en familia o con amigos. Desde paseos en bicicleta por los viñedos hasta degustaciones de vino y aceite, hay opciones para todos los gustos. También se pueden realizar visitas guiadas por la finca para conocer más sobre su historia y su funcionamiento actual.
La importancia de la tradición
Uno de los aspectos más destacados de la Heretat de Soler es su compromiso con la tradición y la cultura de la zona. La familia Domínguez ha mantenido la esencia de la finca y ha seguido utilizando métodos tradicionales en la producción de sus vinos y aceites. Además, en la finca también se pueden encontrar diferentes eventos y actividades que promueven la cultura local, como festivales de música y ferias gastronómicas.
Conclusión
En definitiva, la Heretat de Soler es mucho más que una finca, es un lugar que representa la historia y la tradición de la región de Biar. Con una impresionante arquitectura, hermosos paisajes y una fuerte conexión con la cultura local, esta heredad se ha convertido en un lugar imprescindible para todos aquellos que visitan la zona. Si tienes la oportunidad, no dudes en hacer una parada en la Heretat de Soler y sumergirte en su encantador ambiente.
